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Te acercamos las caras del Equipo de Mujeres Aventureras de REV’IT!. Un grupo de mujeres sensacionales, que una y otra vez demuestran que el espíritu del motociclismo de aventura no conoce límites.
El mundo ha cambiado muchísimo en solo un año, y eso ha afectado a nuestras rutinas y pasiones. Nuestras actividades favoritas, como viajar o salir a la aventura en moto, han derivado en otra cosa durante este período.
Pero por otro lado, de alguna manera, las razones por las que en su día nos enamoramos del motociclismo de aventura cobran si cabe mayor sentido. Cualquiera que sea la motivación que hay detrás de #WeADV, en momentos como el actual es esencial recordar que sigue habiendo una comunidad de usuarios/as de moto que quiere compartir la pasión colectiva por la exploración sobre dos ruedas. Y mientras se mantienen ciertas restricciones en los viajes y en determinadas áreas, resulta que, afortunadamente, el motociclismo de aventura ya es per se una actividad que respeta la distancia social.
Y, como el Equipo de Mujeres Aventureras de REV’IT! demuestra una y otra vez, el espíritu del motociclismo de exploración no conoce límites.
Repartidas por el país, cada una con su estilo y maneras de hacer las cosas respecto del motociclismo de aventura, cada miembro de este equipo encontró la manera de matar el gusanillo de los viajes, de la conducción en medio de momentos tan anormales; cada una a su manera.
Cada episodio de la serie de vídeos del “REV’IT! Women’s Team #WeADV” se centra en una sola piloto, y ha sido producido y realizado por profesionales de su área local de desplazamientos.
Después de algunos meses sin eventos de moto off-road, es fácil imaginarse que Amelia Nunn estuviera a punto de enloquecer. Manteniéndose activa, conduciendo por el campo y usando cualquier excusa para ponerse el nuevo traje de aventura Sand 4 H2O Ladies fue capaz de estar bien ocupada.
Cuando el evento para mujeres “Over and Out” fijó sus fechas de celebración en 2020, Nunn se dispuso a echar una mano y a marcar caminos.
Inactiva y/o ociosa no son palabras que vayas a encontrar en la vocabulario de Katelyn Barnecut. Cuando el resto del mundo estaba colgado de Netflix y aprendía a hacer pan de masa fermentada, Barnecut se fue a comprar una Honda CRF250F, con la idea de que fuera la moto que iba a tenerla bien ocupada.
Barnecut ha realizado salidas cortas de fin de semana en moto, con su marido, con acampada incluida. Viajó desde su estado de residencia en Colorado hasta Canadá, e incluso estuvo seis meses conduciendo por África. En sus propias palabras, “para mi no se reduce todo a conducir. Es adónde la moto puede llevarte.”
Para Kris Fant, el motociclismo de aventura es como una meditación. A ella le permite concentrarse en el camino y en su moto, y deja que todo lo demás que le pasa en su vida poco a poco se vaya diluyendo; es una pequeña tregua. Como orientadora de salud mental que es, trabajar en pandemia ha sido “intenso”, como define ella misma brevemente. Así que cuando el estado de Oregón, donde reside, abrió las restricciones a los viajes no esenciales, se alegró de poder volver a utilizar su KTM 690 Enduro para salidas cortas.
Después de algunos meses de cuarentena y sin tocar la moto, Fant y su marido decidieron realizar su propia Back Country Discovery Route en su patio trasero, aunque en una escala mucho menor, claro.
Para la mayoría, el motociclismo de aventura es una buena forma de aclarar la mente, resetearla y recargarla. Para la miembro del Equipo Femenino de Aventura de REV’IT!, Jenna West, no es diferente.
“Estuve sin poder salir en moto durante un par de meses. Conducir me libera, es la forma en la que lucho contra el estrés.”
El motociclismo de aventura es ante todo descubrimiento, y si puedes salir por ahí y hacerlo con seguridad, imagínate lo que puedes llegar a encontrar o conocer, a solamente un día de camino de tu casa.
El pilotaje de aventura es la mejor forma de descubrir lugares y, a veces, como Erika Tango Bean sabe ya, no necesariamente entre polvo y grava. Atrapada en Nueva York, Bean estaba lejos de su lugar de nacimiento e infancia, Tuscon (Arizona). Un lugar en el que no faltan pistas de grava y montañas.
Para Bean, explorar con seguridad la jungla de asfalto que la rodeaba no puede definirse propiamente como motociclismo de aventura, pero ella considera que “aquello funcionó”.
This is how #WeADV. Show us your adventures by tagging @revit_adventure and #WeADV to share your story with the rest of the riding community.