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Training Day: Lecciones en el Desierto

Training Day: Lessons in the Desert
Combates el Calor y se ve que Estás Sufriendo
Si pudiste ver/seguir nuestra serie de 4 capítulos, “Chasing Light”, te resultará muy familiar la BMW GS refrigerada por aire, customizada en rojo y blanco y que protagonizó aquellos reportajes. Originalmente, el polifacético embajador REV’IT!, Gregor Halenda, invitó a su colega customizador de motos y fotógrafo, Matias Corea, a protagonizar la aventura Chasing Light. Matias es la persona que está detrás de Myth Motors, y por tanto es el alma que hay detrás de esta R80G/S personalizada de forma tan llamativa.

Sin embargo, Matias tuvo que bajarse de ese proyecto a última hora y se tuvo que buscar un sustituto. Un tobillo roto justo antes de la partida de esa aventura con Gregor y compañía para captar la “hora mágica” le impidió disfrutarla.

Por suerte, entre sus muchas habilidades, Gregor tiene la de ser un afamado profesor de técnicas de conducción off-road, y tuvo un papel fundamental en resucitar la confianza de Matias, una vez se hubo recuperado de su lesión. Se trata de la salida perfecta, pues es otra aventura del todo emocionante poder ir a sentir el calor del desierto en la agreste y desaliñada frontera entre California y Arizona.

Texto de Gredor HalendaEl Hombre contra la Arena

Matias estaba nervioso. No quería mirarme a los ojos pero podía sentir su miedo, el miedo a la arena. La arena es demoníaca. Se lo traga todo, los caballos de potencia, la energía, la tracción y cualquier entusiasmo. ¿Qué mejor manera de encarar tus miedos que en el calor seco del desierto de Arizona en un entrenamiento particular?

Afronta tus miedos y no volverán nunca más. Pero para Matias, que se recuperaba de un tobillo roto el verano anterior, el miedo era más agudo. Así que volvamos a ese tobillo roto.

Roto pero no Desmotivado

Matias se rompió el tobillo justo el día antes de marcharnos a una épica aventura por el este del estado de Oregón. Eso no solo sacudió su confianza, también le mantuvo alejado de las motos durante meses.

Aún así no se sintió desmotivado, porque se curó y me sugirió que le diera alguna clase particular. Soy instructor de técnicas de pilotaje de aventura y esa fue la excusa perfecta para dirigirnos a un terreno cálido e intentar que recuperara la confianza perdida.

Al Desierto que nos Vamos

Después de considerar México, California y Arizona, nos quedamos con Yuma (en el mismo Arizona), en un terreno que nos ofrecía la variedad de posibilidades que necesitaba para preparar a Matias para su siguiente viaje por África. REV'IT! nos envió sendos prototipos del traje Cayenne 2, para testarlos en las sofocantes temperaturas de ese vasto y vacío desierto. Duro, ralo e inolvidable por sus temperaturas ya por la mañana, cercanas a los 0 grados Celsius, y el contraste de subir hasta los 38 grados Celsius cuando se levanta el día. Pero bueno, Yuma era lo que queríamos.

Con el fresco de la mañana ya estábamos preparados, con capas medias y mudas, y tomamos la autopista en dirección a una carretera no señalizada para vehículos 4x4. Seca y polvorienta, la pista en cuestión se deslizaba entre zonas pedregosas con colinas cubiertas por cactus y arroyos bien cubiertos de grava. Nuestro objetivo: encontrar el equilibrio y el cactus saguaro.

“Nuestro Objetivo: encontrar el equilibrio y el cactus saguaro.”
Las Claves del Meollo

Los dos cualidades que se necesitan para el pilotaje de motocicletas de campo son equilibrio y tracción, y nosotros comenzamos por el equilibrio. Hay que estar activo en la moto: de pie, moviéndote, y usando tu peso para pilotar de forma dinámica; se aprende mejor con ejercicios de pie estáticos y luego jugamos a seguir al líder. A través del polvo, Matias me sigue mientras me levanto en la moto, tirando del manillar y aguantando el equilibrio. A él veo que le cuesta por el retrovisor; se pelea, pero encuentra el centro. Nuestro ritmo es suficientemente rápido como para que tenga que estar bien concentrado y que la velocidad no le distraiga.

Quiero que a Matias le cueste, pero quiero que sienta que progresa. Luego relaja sus movimientos, los realiza de forma más suave. Estamos aprendiendo. Paramos para beber agua a la (escasa) sombra de un sauce del desierto y Matias sonríe. Los secretos se van destapando y su confianza es mayor. Nos estamos divirtiendo, y pilotamos nuestras BMWs refrigeradas por aire como si fueran aquellas motos de competición que acabaron por inspirar los diseños dakarianos.

Encontrar tracción y “flow”

Después de los arroyos de gravilla y las trialeras pedregosas, había que amarrar la parte de tracción de esta ecuación. Glamis –una de las dunas más grandes del sureste– es donde Matias se enfrenta a sus demonios de arena, pero con la ventaja de que ha sentado las bases de su equilibrio y esas bases son frescas. En las dunas se le presentarán a Matias dos situaciones, o poca tracción o ninguna, así que bajamos presión al neumático y vamos al lío.

Unas pocas horas después estamos exhaustos, pero el fluir (flow) por las dunas empieza a tomar sentido. Las dunas son una trampa para la potencia, pero llega un momento en el que te das cuenta de que si ajustas tu pilotaje puedes empezar a surfearlas, subiendo y bajando, como si superaras olas en el mar. La emoción que Matias sintió cuando pudo desbloquear los secretos de la arena era palpable.

“El fluir por las dunas empezó a tomar sentido.”
Ahora Todo a la Vez

Una vez hemos alcanzado el equilibrio y tenemos tracción, hay que conjuntarlo todo. Encontramos una trialera pedregosa, de esas de Jeep 4x4, y empinada. Lo cierto es que ver cómo serpenteaba precariamente por la parte superior de una estrecha cresta, hizo aflorar cierto miedo. No pretendía acojonar a Matias, sino mantenerle concentrado en los principios que habíamos estado trabajando, y sabía que él era capaz de subir por ahí, pero él aún no lo sabía. Parecía peligroso y serio. Nos situamos en la salida, nos hidratamos bien, y comenzamos.

La trialera no era dificultosa de inicio, pero entraba luego en unos tramos extremadamente empinados, con muchas piedras, grava, escalones y arena, y la verdad es que no te daban tregua. Por el intercomunicador escuché sus dudas: “Gregor, no, ¡no creo que pueda con ello!”. Dos días antes hubiera estado justificado, pero aquel día Matias fue capaz finalmente de mantenerse sereno, jugar con su equilibrio y con el neumático trasero deslizante.

Lucha Empinada con Final Feliz

Cuando Matias coronó la cresta con su BMW no había nadie más sorprendido que él. Y nadie más contento.

Matias tuvo primero la determinación, pero ahora ya tiene la habilidad y la confianza. ¡Buena suerte en África, querido amigo!

Palabras deGregor Halenda

Tienes que conocer a Gregor, la quintaesencia del hombre moderno renacentista. Empezó haciendo sus pinitos como fotoperiodista, luego se dedicó también a personalizar/construir motocicletas y a dar clases de pilotaje off-road, y hace unas pizzas que te mueres de buenas. Lee más sobre sus aventuras previas, pinchando los enlaces a continuación.

Chasing Light, Serie de Vídeosde Aventura de 4 capítulos
Traje Cayenne 2
Para Aventuras Muy Calurosas